jueves, 18 de agosto de 2016

JAY GATSBY

Hoy celebramos aquí el sexto aniversario de “The natural Redford”. Y también el cumpleaños de nuestro rubio protagonista… ¡Muy felices 80, Robert Redford!

Y para celebrar tan sensacional aniversario nos hemos traído a uno de sus personajes más románticos, más elegantes, más mágicos… Y, por supuesto, el más literario.

“¿Cómo está, camarada? Soy Gatsby”


En 1925, el escritor estadounidense Francis Scott Fitzgerald publicaba “El gran Gatsby” (The great Gatsby), novela que había sido adaptada ya en dos ocasiones a la gran pantalla: en la versión muda de 1926 dirigida por Herbert Brenon, y en la dirigida por Elliot Nugent en 1949. 

En 1972 se anunciaba una nueva adaptación de la novela. La Paramount Pictures se haría cargo de la financiación, con Robert Evans como jefe de producción y la actriz Ali McGraw, entonces esposa de Evans, en el papel de Daisy, la protagonista de esta historia. 

Truman Capote fue inicialmente contratado para adaptar a guión esta novela de Scott Fitzgerald, pero el tratamiento que le dio Capote no le satisfizo a Evans y fue llamado en su lugar Francis Ford Coppola. Por su parte, Ali McGraw rodaba ese mismo año de 1972 “La huída” y abandonaba a su marido por Steve McQueen. 

Para interpretar a Jay Gatsby se barajaron nombres como Marlon Brando o Jack Nicholson. Robert Redford, por su parte, le pidió a Freddie Fields, su agente, que le consiguiera una prueba. Evans le rechazó de plano. 

“Yo no le gustaba mucho. Ni siquiera me tendría en cuenta. Prefería a Warren Beatty o Jack Nicholson”


Pero Redford no se dio por vencido y solicitó una reunión con Jack Clayton, a quien Evans había elegido para dirigir el proyecto. Y aunque Clayton salió casi convencido de su reunión con Robert, continuó poniendo pegas, como el que Redford fuera rubio y Gatsby moreno.

“Empecé a pensar que Evans no había leído el libro. Estaba claro que le gustaba la idea de llevar al cine un Fitzgerald, pero no conocía el texto. En ningún lugar está escrito que Gatsby tuviera el pelo negro. ‘Tenía el pelo recién cortado y peinado hacia atrás, y tenía la piel del rostro tirante.’ Eso es todo, ésa es la descripción”

Aún se complicó más el proceso por ser también Freddie Fields el representante de Ali McGraw y de Steve McQueen. Y por querer a los dos en la película David Merrick, el productor de “El gran Gatsby”. 

Tras hacer pruebas para el papel de Daisy a Mia Farrow, Katharine Ross, Faye Dunaway y Candice Bergen, Jack Clayton expresó educadamente que quería a Mia Farrow para la protagonista femenina. Robert Evans le apoyó. La última palabra la tuvo el entonces presidente de la Paramount, Charlie Bluhdorn quien, además, era partidario de Redford…


Y Clayton comunicó a Robert que el papel era suyo. 

“Quería el papel porque quería interpretar a un hombre desesperado. No lo había hecho nunca antes, y quería trazar esta nueva y extraña identidad que un hombre crea de sí mismo para lograr su objetivo”

Robert Redford había leído “El gran Gatsby” por vez primera en la facultad. Entonces no la consideró una gran novela estadounidense.

“Me resultó recargada. Tras una segunda lectura, la vi como algo extraordinario, como una representación de las obsesiones humanas, y pensé que podría salir una gran película de ella. Era gótico estadounidense, una rareza tentadora”

A Redford le gustó el guión de Coppola. Pero, a pesar de estar de acuerdo con la idea de ampliar el nuevo romance entre Gatsby y Daisy, seguían sin convencerle muchos de los cambios de la novela dictados por Clayton.


“Me preocupaba que pudiese haber un problema intrínseco en un libro tan mitificado. Parecía intimidar al adaptador. Capote no pudo con él. A Coppola le fue mejor, pero no estaba seguro de que Clayton hubiese captado la esencia de la historia”

Redford, además, necesitaba algo que le ayudase a conectar con su personaje de Gatsby. Y lo encontró leyendo a Scott Fitzgerald. 

“Fitzgerald escribió que Jay Gatsby se sentía incómodo cuando decía ‘viejo amigo’, no le salía fácilmente, y a mí eso me pareció tremendo. Ahí se encontraba toda una enciclopedia, y fue a partir de entonces cuando empecé a crear mi propia versión”


El gran Gatsby” comenzó a rodarse en Newport, Rhode Island, el 11 de junio de 1973. Una gran parte de la acción de la historia tiene lugar en la mansión de Gatsby y en la casa de Nick Carraway, su vecino. Se negoció una casa de estilo Tudor, llamada Rosecliff, como propiedad de Gatsby, y un equipo bajo el mandato del diseñador John Box construyó desde cero la casa de Carraway

Robert acababa de rodar “El golpe” y George Roy Hill, su director, no le veía en un principio como Jay Gatsby, aunque después cambió de opinión:

Opinaba que Gatsby era imposible de conocer (ésa es la clave) y me preguntaba cómo podía resolver eso cualquier director o actor… Cuando reflexioné al respecto, no podía pensar en nadie más apto para el papel de Gatsby.


Bob era el tipo en la zona gris. Cuando llegabas a profundizar con él, en realidad nunca alcanzabas el fondo, y así es como era Gatsby




El Gatsby de Fitzgerald era una obra literaria importante, que se alejaba de la tendencia naturalista contemporánea y se acercaba al romanticismo de John Keats.

“Nadie era realmente consciente de ello – comentaba Redford -. La literatura y Hollywood no parecen combinar bien, y si fallábamos durante el proceso, podríamos haberlo hecho pasando por alto algún aspecto de la poesía que no fuese de estilo visual. Lo cierto es que Hollywood quería hacer ‘El gran Gatsby’ porque era un éxito literario, no porque fuese buena literatura. Uno se percataba de eso enseguida”

Jack Clayton y Robert Redford tuvieron una buena relación durante el rodaje, aunque tenían conceptos distintos. Redford tenía la sensación de que el error de Clayton era que siempre intentaba con demasiado esfuerzo mantener la traducción literal en una escena mientras al mismo tiempo ansiaba la originalidad. Clayton, además, se quejaba de la independencia de Redford bajo su dirección:


El único problema que tenía con él era que se negaba a hacer la misma toma dos veces. Sus razones eran que estaba en proceso de descubrimiento, y la ‘novedad’ de un movimiento espontáneo lo hacía todo más real. También estaba el problema del ritmo de su actuación, era muy lento, todos los demás le daban más brío a sus líneas… Resultaba obvio que estaba alejado de nosotros porque se había metido en Gatsby; estaba enfrascado en 1922 durante el rodaje del film

“Gatsby sólo se siente cómodo con Nick Carraway. Con Daisy y con todos los demás intenta ser alguien que no es. Yo estaba proyectando eso, y tengo la sensación de que nadie lo entendía, especialmente parte de nuestro equipo inglés”


El reparto se completaba con un maravilloso Sam Waterston como Nick Carraway, el vecino de Gatsby, y con Bruce Dern, Karen Black, Scott Wilson, Lois Chiles…


… a lo que se añadía la magistral fotografía de Douglas Slocombe, el perfecto diseño de vestuario firmado por Theoni V. Aldredge y la sensacional dirección artística a cargo de Robert W. Laing y Gene Rudolf. 

Y a todo le envolvía “What’ll I do”, extraordinaria canción compuesta por Irving Berlin en 1923, que fue utilizada en “El gran Gatsby” como tema principal de una banda sonora supervisada y dirigida por Nelson Riddle.

Scottie, la hija de Fitzgerald, dijo que a su padre le habría gustado la película.




No podía olvidar ese don extraordinario de Gatsby por conservar siempre la esperanza, esa romántica disposición que no he encontrado en ninguna otra persona, y que probablemente nunca volveré a encontrar
(Nick Carraway en “El gran Gatsby”)

2 comentarios:

Alicia dijo...

Yo hace tiempo que la ví, pero la recuerdo llena de poesía. Hace poco ví la nueva versión de Di Caprio, y estoy dejando un tiempo prudencial para volver a ver la de Redford. Prefiero quedarme con ese sabor de boca.
Pensamientos:
.no debía ser nada fácil dirigir a un actor que va tan por libre, ¿no?
.yo también dejaría a mi marido por Steve McQueen

Y felicísimos 80, Red!!!

Clementine dijo...

Yo la volví a ver cuando hice esta entrada, Alicia, y sigue siendo maravillosa, muy especial. Y me leí también el libro entonces y, la verdad, está bastante bien adaptado en la película.
Y no, no debía ser fácil dirigirle, porque además tenía siempre las cosas muy claras, yo creo que ya tenía pensado dirigir él sus propias películas. Te voy a contar una anécdota, mujer. En una de las películas en las que fue dirigido por Sydney Pollack, Redford daba su opinión en cuanto a encuadres y demás, hasta que un día, durante una escena en la que no salía él, pero opinaba, Pollack le dijo: "¿Y por qué no te vas a dar una vuelta?"

Yo también dejaría a mi marido por McQueen... siempre y cuando mi marido no fuera Redford :)