lunes, 18 de agosto de 2014

DENYS FINCH HATTON

No sólo veía a Bob en el papel sino que, de todas las películas que ha hecho, creo que éste era el que más iba a su personalidad
(Sydney Pollack)

Sin ninguna duda, Sydney… Hoy celebramos aquí el cuarto aniversario de “The natural Redford”, así como el cumpleaños de su protagonista… ¡Muy felices 78, Bob! Y tanto él como yo hemos querido festejarlo a través de su Denys Finch Hatton de “Memorias de África”.


¿Verdad, Robert? Pues cinco y acción…


En 1982, la autora neoyorkina Judith Thurman publicaba la biografía “Isak Dinesen: The life of a storyteller”. La Universal compraba los derechos de la adaptación cinematográfica de esta obra y tanteaba a Robert Redford como posible director del proyecto. Finalmente era contratado como tal Sydney Pollack, a quien además entusiasmaba esta biografía.

Pensé que era feminista y fuera de lo común. También vi imágenes en mi mente de un paisaje que nadie conocía. Nunca había estado en Kenia, que era donde estaba ambientada la historia. Conocía la África de David Lean, pero esto era completamente diferente y por eso me emocioné

Memorias de África” (Out of Africa) se estrenaba en Suecia el 21 de febrero de 1985. Dirigida por Sydney Pollack, contaba con un acertado Kurt Luedtke en el guión, un preciosista David Watkin en la fotografía y un sublime John Barry en la banda sonora.

Y arropando extraordinariamente en el reparto a Meryl Streep y a Robert Redford, la pareja protagonista, nombres como Michael Kitchen, Suzanna Hamilton, Malick Bowens, Joseph Thiaka y, por supuesto, un excepcional Klaus Maria Brandauer. 


Pollack se había planteado desde un principio ser lo más fiel posible al personaje femenino de esta historia contratando, para ello, a una actriz europea. Pero finalmente se decantó por la norteamericana Meryl Streep, quien llevaba ya tras de sí personajes femeninos de gran fuerza en títulos como “La mujer del teniente francés”, “La decisión de Sophie” o “Silkwood”. 

“A Denys le encantaba escuchar un relato bien contado. Verán…Yo tenía una granja en África, a los pies de las colinas de Ngong…”


Sydney pensó siempre en Robert Redford como protagonista masculino de “Memorias de África”. Tras ser dirigido por vez primera por Pollack en “Propiedad condenada” (1966), había sido también el protagonista de otros títulos del director como “Las aventuras de Jeremiah Johnson”, “Tal como éramos”, “Los tres días del cóndor” y “El jinete eléctrico”. Tras “Memorias de África” aún trabajarían juntos en “Habana”.

Después de contratar a Meryl, necesitábamos una estrella lo suficientemente potente para poder competir con ella… Era el único que podía hacer creíble el personaje, más que nada porque Denys era una ilusión óptica, un tipo enigmático, introvertido, romántico y atractivo para las mujeres

Y Redford, cómo no, aceptaba gustoso participar en este romántico proyecto.

“Pensé que tenía una cosa a su favor: se narraba una maravillosa historia de amor, y Sydney era muy bueno con ellas”




En la biografía de Judith Thurman no se daba a entender que la relación sentimental entre Karen Blixen y Finch Hatton fuera completa. Los escritos de Blixen, sin embargo, sugerían lo contrario. Y a Redford le gustaba esta ambigüedad.

“Primero, me da a mí, el actor, una amplia gama de posibilidades de interpretar la fantasía. Y además es algo dinámico, porque la presencia de Finch Hatton, históricamente o de cualquier otro modo, se convierte en un misterio. Pensé que sería un tema interesante para interpretar”


BROR: “Podías haber pedido permiso”
DENYS: “Ya lo hice… y ella me lo dio”


El Denys Finch Hatton de la vida real era el típico inglés. Hijo del undécimo conde de Winchilsea, recibía su educación en Eaton y Oxford y servía en el ejército en Egipto. Pero era principalmente un hombre ocioso al que le encantaba beber vino de Oporto e ir de safari con el príncipe de Gales. 

Así que Redford decidió sumergirse desde un principio en el aspecto británico del personaje, acento incluido.

“Sabía que podía hacerlo. Trabajé con una entrenadora de voz en Londres llamada Joan Washington. Trabajé mucho, era bueno. Tenía muy claro cómo quería interpretar al personaje y Sydney también. En cuanto empezábamos vi que estábamos de acuerdo”

Sin embargo, pasado un tiempo Pollack pensó que este acento inglés en Redford podía despistar al espectador así que Robert volvió a doblar sus frases con su propio acento.


Todos venían con el mismo rollo. ¿Y el acento? A mí me parecía que era una preocupación menor, no importaba. Lo primordial era que teníamos a una gran estrella que generaba electricidad sólo con su presencia, y además era buen actor

“Denys me había dado una brújula para seguir el rumbo, dijo. Pero más tarde comprendí que navegábamos con rumbos distintos. Quizá él sabía, aunque yo no, que la Tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino”

El que Meryl Streep diera vida a Karen Blixen suponía un aliciente más para Redford.

“Iba a ser la historia de la mujer, pues lo más importante era su sufrimiento. Fue una pionera, tanto como Jeremiah Johnson. Las dificultades que sufrió mientras intentaba controlar a mil trabajadores nativos, luchando contra los problemas económicos y culturales fueron demasiadas, pero nunca se rindió. La mantenía la esperanza que le daba su amante fantasma, Denys. A Meryl el papel le pareció muy conmovedor, creyó que valía mucho la pena”

La química entre Streep y Redford no sólo se daba en la pantalla…




“Ella y yo nos caímos bien en seguida. No sólo nos llevábamos bien, sino que probablemente nos llevábamos demasiado bien, lo que causó algunas tensiones. Nos gustaba hablar. Fuera de escena, entre tomas, nos relajábamos. Compartíamos el sentido del humor”

Y en cuanto a la maravillosa escena del lavado de pelo…




“Como actor, tenía la sensación de vivir un momento especial… Me parecía que se podía conseguir una gran sexualidad eléctrica con los gestos, las miradas, las caricias. Meryl lo entendió, por supuesto. Estaba nerviosa por los hipopótamos, porque son territoriales y estábamos en su espacio. Pero le dio mucha sensualidad a esa escena”




Memorias de África” recibía 7 Oscars de la Academia. Redford ni siquiera era nominado en estos galardones por su interpretación, ni en los Globos de Oro ni en los británicos Bafta, aunque sí en los David di Donatello




Pero su Denys Finch Hatton permanecerá indeleble en la historia del cine. Un Denys excepcionalmente romántico, honesto, caballeroso… Y un maravilloso espíritu libre.


“Se llevaba el gramófono hasta cuando iba de safari; tres rifles, provisiones para un mes… y Mozart. Él inició nuestra amistad con un regalo. Luego, un poco antes de lo del Tsavo, me hizo otro, un regalo increíble: la visión del mundo a través de los ojos de Dios. Y yo me dije: 'Sí, ya comprendo, así es como  debe ser'
(“Memorias de África”)