viernes, 16 de diciembre de 2011

Redford, una voz humana entre los lobos

En 1971, Robert Redford no estrenaba ninguna película. La última que había protagonizado, el año anterior, había sido “El precio del fracaso” y hasta 1972 no llegaría la siguiente, “Un diamante al rojo vivo”.


Prácticamente se acababa de mudar, con su familia, desde su natal California al maravilloso estado de Utah, lugar del que se enamoró en 1961, haciéndose aquí en 1968 con una héctarea de tierra que pudo ampliar un año más tarde gracias a las ganancias, y el éxito, de “Dos hombres y un destino”.




Y en este 1971 sin cine, Robert Redford participaba en un maravilloso proyecto de la Natural History Magazine. Se trataba de la grabación de un LP que fundía los sonidos del lobo con un texto escrito por Ron Holland y Bob Maxwell narrado por el propio Redford.



The language and music of the Wolves” era publicado en Nueva York, en 1971, por la Tonsil Records.

Los lobos son mejores cantantes que las ballenas... Redford nos entrega una espléndida narración en su nombre
(Stereo Review)

lunes, 24 de octubre de 2011

UN LUGAR LLAMADO MILAGRO


Milagro, Nuevo México. Población: 426 habitantes. Nada ha cambiado en este lugar durante 300 años. Pero un día

El autor norteamericano John Nichols escribió, entre otras novelas, la llamada “New Mexico trilogy” que reunía tres historias: “The Milagro beanfield war”, “The magic journey” y “The Nirvana blues”.

The Milagro beanfield war”, escrita por Nichols en 1974, pasó por diferentes intentos de adaptación a la gran pantalla, quedándose todos ellos tan sólo en un proyecto.


Y trece años después, Robert Redford recuperaba esta historia para convertirla en su segunda película como director.

El valle de Chimayo, en Nuevo México, era el lugar elegido para el rodaje. Los planes, sin embargo, debieron cambiarse por no querer sus habitantes que el equipo cinematográfico acabara con la tranquilidad de la que se disfrutaba allí.


Al no llegarse a un acuerdo, Redford se trasladó con su equipo al pueblo de Truchas, también ubicado en Nuevo México, un lugar de difícil acceso pero con unas impresionantes vistas rodeadas de montañas.

Encantadora fábula que sortea con solvencia el sentimentalismo
(Miguel Ángel PalomoEl País)


Producida por Moctesuma Esparza Robert Redford para Universal Pictures, Un lugar llamado  Milagro” (The Milagro beanfield war), sin duda alguna la película con más magia de toda la filmografía de Robert Redford, se estrenaba en Estados Unidos el 18 de Marzo de 1988.

La preciosa fotografía de Robbie Greenberg y el equilibrado montaje a cargo de Jim Millar y Dede Allen se complementaban a la perfeción con un encantador guión escrito por David S. Ward y el propio John Nichols.


Y envolviéndolo todo, historia, personajes e imágenes, una magistral banda sonora, también rebosante de magia, obra de un maestro en la materia llamado Dave Grusin. El magnífico trabajo musical de Grusin fue muy merecidamente reconocido con el Premio Oscar a la mejor banda sonora, siendo también nominado en esta categoría en los Globos de Oro.

Herbie: “¿Por qué se llama Milagro este pueblo?”
Amarante: “Por eso, porque es un milagro


Amarante Cordova es el hombre más viejo de Milagro, y va siempre acompañado de su inseparable Lupita. Muy entrañable personaje que nos es deliciosamente presentado a través del veterano actor mexicano Carlos Riquelme.

Ya sabía yo que tenía que llegar el día en que Joe Mondragon llevara a cabo algo importante y grande


Chick Vennera  daba vida a Joe Mondragon, elemento fundamental en esta historia. Vennera comenzó su carrera como actor en 1962 prestando su voz a personajes esporádicos de la serie de Hanna-Barbera “Los supersónicos”. Continuó después en el mundo televisivo altenándolo con títulos de la gran pantalla como “¡Por fin ya es Viernes!” o “Yanquis”.

Mi familia lleva aquí 300 años, así que tengo derecho a quedarme. ¿Qué sentido tiene vivir en tu tierra si tus seres queridos se han ido?


Y Sonia Braga interpretaba a Ruby Archuleta, otro personaje imprescindible en el pueblo de Milagro. Actriz brasileña que llevaba ya una larga carrera televisiva y cinematográfica desde 1968, Sonia ya nos había dejado tres años atrás “El beso de la mujer araña”.


Cantante, compositor y actor panameño que había debutado en el cine cinco años atrás con “The last fight”, Rubén Blades nos regalaba en “Un lugar llamado Milagro” una interpretación inolvidable como el Sheriff Bernabé Montoya.


Y John Heard volvía a corroborar a través de su personaje de Charlie Bloom la buena reputación que se había labrado como actor desde su debut cinematográfico en 1977 y a lo largo de títulos como “Generación perdida”, “El beso de la pantera”, “¡Jó, que noche!” o “Regreso a Bountiful”.

¿Por qué cada vez que tenemos problemas con ellos sale perjudicado alguno de nosotros?


Julie Carmen daba vida a la mujer de Joe Mondragon, Nancy. Julie procedía principalmente del mundo televisivo con papeles más destacados en series como “Vecinos” o “Falcon Crest”.


Melanie Griffith, a la que ya habíamos visto en “La noche se mueve”, “Con el agua al cuello”, “Doble cuerpo” o “Algo salvaje”, era Flosie Devine. A Melanie la pudimos ver este mismo año en “Lunes tormentoso” y "Armas de mujer”.


Daniel Stern era para nosotros Herbie Platt, un personaje ajeno al pueblo al que poco a poco va envolviendo toda su magia. Stern debutó en 1979 en “El relevo” y apareció luego en títulos como “Diner”, “El trueno azul” o “Hannah y sus hermanas”.


Christopher Walken nos deleitaba con su genuino agente federal Kiryl Montana. Walken ya llevaba a sus espaldas una fructífera carrera en cine y televisión que comenzó a principios de los cincuenta. “Annie Hall”, “El cazador”, “La puerta del cielo”, “Dinero caído del cielo”, “La zona muerta”… Muy grande Walken.

Yo no hago cosas, doy consejos

Y por último, pero no menos importante, Robert Carricart, veterano actor francés de destacada filmografía en cine y televisión americanos con series como “Peter Gunn”, “Perry Mason”, “Los intocables”, “Bonanza” o “Misión imposible” y películas como “Cuatro gángsters de Chicago” o “¡Villa cabalga!”.


Carricart era para nosotros Coyote Angel, el personaje más mágico de toda la película.

No me gustan los directores que hablan continuamente de lo que está pasando, lo que les impide darse cuenta de lo que sucede realmente
(Robert Redford)


Rubén Blades comentaba tras el rodaje de “Un lugar llamado MIlagro” que la presencia de Robert Redford fue casi invisible en la película, transmitiéndole a todo el equipo una gran tranquilidad.


Y Sonia Braga le agradecía “que comprendiese todos los problemas psicológicos que pueden llegar a tener los actores e intentase resolverlos”.


Era muy amable, algo normal porque, a fin de cuentas, te estaba dirigiendo ‘Robert Redford’. Fue muy paciente durante todo el rodaje y se notaba que nos comprendia porque él también era actor
(Melanie Griffith)


Un lugar llamado Milagro” nos regala un delicioso guión con diálogos llenos de veracidad y unos personajes no menos auténticos en una historia absolutamente mágica a la que envuelve una música maravillosa...

Y ya no os cuento más. Para que, si la habéis visto, os quede suficiente deseo de volver a verla. Y para que, si aún no la conocéis, la vayáis descubriendo poco a poco al visionarla, porque os aseguro que a lo largo de su metraje tiene un sinfín de detalles maravillosos.

Herbie: "¿Pero de verdad habla usted con los ángeles?"
Amarante: "Por aquí son los únicos que tienen tiempo libre…"

jueves, 18 de agosto de 2011

BOB Y PAUL, REDFORD Y NEWMAN

Cuando están juntos en pantalla, hay mucho más que química. Cuando están juntos, siempre sucede algo excitante, aunque ni siquiera estén actuando o hablando
(George Roy Hill)

Hoy hace ya un año que comparto con vosotros este blog llamado “The natural Redford”. Hoy es también el cumpleaños de su protagonista. ¡Muchas felicidades, Robert! Y para la celebración de estos dos acontecimientos, ambos hemos querido invitar a su gran amigo Paul Newman.


Paul y yo hemos recorrido un largo camino juntos. Hemos saltado por precipicios, hemos robado trenes, hemos dado uno o dos golpes…
(Robert Redford)

BUTCH: “Cuando se dividan, los atacaremos sin dificultad…
¿Qué opinas?”
SUNDANCE: “No lo sé…”
BUTCH: “Para ser pistolero, eres muy pesimista” 


En 1968, a Robert Redford se le ofreció la oportunidad de coprotagonizar junto a Paul Newman, y bajo la dirección de George Roy Hill, Dos hombres y un destino”.

Conocí a Paul Newman en 1968, cuando George Roy Hill, el director, nos presentó en Nueva York. Cuando el estudio me rechazó para el papel (querían alguien tan conocido como Paul), él se puso de mi parte. No sé cuánta gente habría hecho eso; el resto seguramente habría escuchado a sus agentes o a los mandamases del estudio


Y aunque tenían diferentes formas de actuar, la espontaneidad en Redford y “el método” en Newman, era evidente que su química en pantalla funcionaba a la perfección.

Yo no conocía a Paul. Él no me conocía a mí. Lo enfocamos desde la perspectiva de unos actores que encarnaban a unos personajes. Y partiendo de esa base fuimos evolucionando. Posiblemente lo más destacable es el modo en que Paul y yo acompasamos nuestro ritmo de trabajo y el haber conseguido trasladar a nuestros personajes los vínculos que estábamos desarrollando


Dos hombres y un destino”, hoy todo un clásico de la historia del cine, fue galardonada con cuatro Premios Oscar: mejor guión (William Goldman), mejor canción original (“Raindrops keep fallin’ on my head”), mejor banda sonora original (Burt Bacharad) y mejor fotografía (Conrad L. Hall), siendo también nominada a mejor película, mejor director y mejor sonido.

Paul estaba muy comprometido con su trabajo. Estaba allí. Le gustaba mucho ensayar, pero también era divertido. Cuando cometía un fallo en plató, se divertía más que nadie. Yo le miré, él me miró, y le dije: 'No estás engañando a nadie, no me estás mirando fijamente, te has olvidado el guión' . Y se partió de risa”.
(Robert Redford)


Los actores pueden ser un fastidio cuando están celosos unos de otros, pero en esta película, pese a que no se conocían, Bob y Paul establecieron una relación excelente. Eso incluía a Redford riéndose de los chistes malos de Newman y a Newman consintiendo que Redford siempre llegara diez o quince minutos tarde. Tener este tipo de relación detrás de las cámaras es muy importante porque luego se nota en la pantalla
(George Roy Hill)


JOHNNY: “¿A cuántos tipos has timado en tu vida, Henry?"
HENRY: “No lo sé, a dos o trescientos, a veces dos diarios cuando estaba con la banda de O’Shea”


Y en 1973, Newman y Redford eran de nuevo dirigidos por George Roy Hill en “El golpe”.

No tenía la menor idea del éxito que iba a lograr.
Lo único que sé es que me lo pasé muy bien haciéndola
(Robert Redford)


Inolvidable banda sonora, magistral guión y dirección, maravillosa fotografía, impecable montaje… Y de nuevo una perfecta química entre sus dos actores protagonistas.

La amistad que creció de la experiencia de rodar juntos “Dos hombres y un destino” y “El golpe” tuvo su origen en el hecho de que, a pesar de la diferencia de edad, los dos proveníamos de la tradición del teatro y la televisión en directo. Respetábamos la tradición y nos concentrábamos en profundizar en los personajes que íbamos a representar. Ambos éramos fundamentalmente actores americanos, con las cualidades y virtudes que caracterizan a los actores americanos: irreverencia, reírnos de los defectos de los demás por diversión, para sentirnos superiores, pero siempre con un afecto subyacente. Ese era el núcleo de nuestra amistad fuera de la pantalla
(Robert Redford)


El golpe”, hoy título fundamental de la historia del cine, obtuvo siete Premios de la Academia: mejor película, mejor director (George Roy Hill), mejor guión (David S. Ward), mejor montaje (William Reynolds), mejor adaptación de banda sonora (Marvin Hamlisch), mejor diseño de vestuario (Edith Head) y mejor dirección artística (Bumstead y Payne). Fue también nominada al mejor actor (Robert Redford), mejor fotografía y mejor sonido.


PAUL: “Soy terriblemente puntual. Una de las cosas en las que Robert y yo nos diferenciamos. Es muy introvertido con respecto a decir cosas de su vida. Hemos sido amigos durante cuarenta años y, en realidad, todavía no le conozco realmente

ROBERT:Cuenta los peores chistes del mundo. Pero lo malo no es eso, sino que los repite una y otra vez

En 2006, Robert Redford apareció como productor de una serie de televisión llamada “Iconoclastas”, donde diferentes personalidades del mundo del espectáculo, la literatura o los medios de comunicación se entrevistaban entre sí, bien por amistad, admiración o simplemente porque querían conocerse.

La carrera de Paul se caracteriza por su visión independiente, por lo que goza con esta profesión y por su increíble energía. Creo que se puede aprender de cómo ha encarado su vida, de cómo lo ha hecho a su manera


A él le tocó entrevistarse con su amigo Paul Newman.

Paul me lleva más de diez años. Ambos llegamos procedentes del teatro, por el camino difícil, hacienda pruebas y estudiando en Nueva York. Creo que algo que se podría aprender de Paul, dado que lleva más tiempo que yo en esta industria y ha pervivido más que la mayoría, es a mantenerse en un equilibrio como ser humano. Y aún así ser actor

El resultado fue un excelente programa de apenas cuarenta minutos de duración, en el que Redford iba a visitar a Newman a su casa de Wesport, Connecticut.

Paul ha tenido éxito no sobreexplotándose a sí mismo. Tiene mucho que decir. Es muy sensible ante todas las cosas. Pero es bastante juicioso a la hora de servirse de su fama. Creo que ambos éramos muy conscientes de eso. De que no hay que abusar de los privilegios que tienes. De que disponíamos de una plataforma por ser personajes públicos. Él procura ser muy cuidadoso a la hora de utilizar esa influencia. Habría podio aprovecharse de ella si hubiera querido"


Producido por el Canal Sundance y dirigido por Joe Berlinger, el documental comienza con Redford anunciando su visita a los Newman. Hace un año que no se ven los dos actores.

El Paul que yo conozco es un tipo que necesita trabajar mucho… Paul tiene mucha energía y canalizar esa energía hacia algo ajeno al trabajo es una opción que él ha tenido la suerte de poder tomar, y así lo ha hecho. Su afición y su dedicación al automovilismo ha sido algo fenomenal
(Robert Redford)

"Lo que Redford ha hecho con el Sundance Institute y lo que ha hecho para promocionar y descubrir nuevos talentos es excepcional, tanto por oportunidad como por su calidad
(Paul Newman)

Es estupendo lo que ha hecho con sus campamentos y sus proyectos humanitarios. Es su esfuerzo por servirse de sus éxitos y su fama para hacer algo bueno por el mundo. Si emprendes algo como hizo él por diversión y cuaja, y luego continúas con ello, siembras una semilla magnífica. Tú eliges algo bastante modesto que se aprovecha de ti, que aprovecha tu fama, y lo conviertes en algo positivo y sigues adelante con ello. Dios, eso sí que es divertido
(Robert Redford)

Estoy agradecido porque parece que ambos hemos encontrado algo en lo que ocupar el tiempo aparte de nuestro trabajo
(Paul Newman)


Durante este interesantísimo programa, ambos conversan sobre el teatro, recuerdan al director George Roy Hil, comentan sus películas mientras se nos va ofreciendo un resumen de sus trayectorias…Todo un documento.


Compartíamos la creencia de que si eres suficientemente afortunado como para tener éxito, debes de devolver algo a cambio – él con su “Newman’s Own food” y sus campamentos “Hole in the wall” para niños que están gravemente enfermos, y yo con Sundance, el instituto y el festival. Paul y yo no nos veíamos a menudo, pero compartir esto nos acercaba. Nos apoyamos mutuamente en lo material y asistiendo a nuestros eventos. Y entonces nos procuramos el uno al otro momentos duros. Cualquier éxito que uno de nosotros tuviera, el otro lo echaba por tierra. Si estás en una situación de ser visto como un icono, lo mejor es tener un mecanismo que te baje para mantener el equilibrio. Creo que nosotros hacíamos eso el uno con el otro


Lo que me impresionó de Paul era que siempre fue muy realista sobre lo que él fue. Sabía el mundo de hipérbole y distorsión en el que se movía. Eso significó que mantuvo de un cierto modo la privacidad. Era generoso y un pilar de integridad. Era leal y modesto. Su compromiso con su profesión era serio, como lo era su compromiso con la responsabilidad social y especialmente con su familia. Tuvo una vida que tuvo verdadero significado, y que perdurará algún tiempo


La última vez que le vi había estado entrando y saliendo del hospital. Sabía cuál era la situación, y que él lo sabía también, y no hablamos de ello. Hablamos de lo que se nos ocurría: las elecciones, política, lo que había que hacer. La nuestra era una relación que no necesitaba muchas palabras


"Sobre todo, echo de menos lo bien que lo pasábamos. Nos hacíamos un montón de bromas. Yo solía correr con coches, y tras comprarse un extraordinario Porsche que me dejó conducir una vez, él empezó a meterse en las carreras. Tenía unos reflejos increíbles, y era muy bueno, pero hablaba tanto de ello que me aburrió. Así que por su 50 cumpleaños hice que le entregaran la carrocería de un Porsche hecho trizas a la puerta de su casa. Nunca dijo nada, pero no mucho después encontré un montón de chatarra en el salón de mi casa. Estropeó el suelo. Después de eso, lo convertí en una escultura realmente horrible y se lo dejé en su jardín. Ninguno de los dos lo volvió a mencionar nunca


"Hay momentos en los cuales los sentimientos no pueden traducirse en palabras. He perdido a un verdadero amigo.
Con su presencia, él mejoró mi vida y la este país"


Dos hombres, dos películas, una amistad, un destino… Y una pareja de leyenda para la historia del cine.


"Para que se hagan una idea de la clase de amigo que ha sido para mi… Hubo una época en la que intentaba conseguir apartamento en Nueva York, así que escribí a mis amigos para que me dieran referencias. Y me gustaría compartir con ustedes la carta de recomendación que escribió Paul:
‘A quien pueda interesarle: El señor Robert Redford me debe 120 pavos desde hace tres años. Se niega a asumir su obligación pese a la amenaza de la pérdida de una amistad y del honor. En conciencia, no puedo recomendarle para nada’”
(ROBERT REDFORD)

lunes, 6 de junio de 2011

JEREMIAH JOHNSON

Cuando hice 'El candidato', los críticos dijeron: ‘Ah, es un muchacho muy pulcro, bien parecido, el papel es perfecto para él’. Cuando me propusieron para el papel de 'Tal como éramos' volvieron a considerarme el prototipo del joven guapo y socialmente intachable. Entonces luché por interpretar a Jeremiah Johnson porque quería cambiar de imagen


Jeremiah Johnson estaba basado en un personaje real que habitó en las montañas de Utah. John Johnston fue más tarde conocido por el apodo de “Crow Killer” y “Liver eater Johnston” por su predilección por cortar y comerse el hígado de los indios Crow que iba matando. Los Crow asesinaron a su esposa y el juró venganza contra esa tribu.

Robert Redford eligió a Sydney Pollack para dirigir este proyecto porque quería volver a trabajar con él tras la buena experiencia en “Propiedad condenada”.


Producida por Sanford Productions y Warner Bros Pictures, "Las aventuras de Jeremiah Johnson" era ya la séptima película como director de Pollack y la segunda con Redford de protagonista.

John Milius y Edward Anhalt firmaban un brillante guión que tomaba como base la novela "Mountain man" de Vardis Fisher y la historia “Crow killer” de Raymond W. Thorp y Robert Bunker.


El pausado montaje de Thomas Stanford, artífice también de otras maravillas como "West Side Story" o "Infierno en el Pacífico", se complementaba con un correcto vestuario a cargo de Bernie Pollack, hermano del director con quien también trabajó en "Tal como éramos", "El carnaval de las águilas" o "Los tres días del cóndor".

"Cuanto en la película es físico, es auténtico. La manera de colocar las trampas, de pescar y preparar el fuego, la vestimenta de las gentes, el sistema de mantenerse caliente durante la noche haciendo un agujero en el suelo, colocando en él trozos de carbón ardiendo y cubriéndolos de tierra, la manera de descuartizar los animales y cómo hacen los cuchillos con que hacerlo es auténtico, al menos de acuerdo a mis informaciones. No hay nada en la película concerniente a los detalles técnicos que no sea auténtico"
(Sydney Pollack)


Las impresionantes imágenes de esta película venían de la mano de Duke Callaghan, también director de fotografía de "Conan, el bárbaro" y de series como "Centennial",  "Magnum" o "Corrupción en Miami".


Y todo ello se redondeaba con una excepcional banda sonora a cargo de Tim McIntire, compositor, cantante y actor, hijo del maravilloso John McIntire del cine clásico,  y John Rubinstein, actor, cantante, compositor y director, hijo a su vez del prestigioso pianista Arthur Rubinstein.

En contra de la productora, que tenía intención de rodar la película en tierras españolas por suponer un coste muy inferior, Redford insistió desde un principio en que no se entendería la historia de Jeremiah Johnson sin las montañas norteamericanas.

Afortunadamente, "Las aventuras de Jeremiah Johnson" fue rodada en su totalidad en el estado de Utah, en lugares tan mágicos como Ashley Nacional Forest, Show Canyon State Park, St. George, Uinta National Forest, Wasatch-Cache National Forest o Zion National Park.


"El filme es una balada épica del hombre y la naturaleza. Una leyenda poética
(Judith Crist, crítico de la época)

Planteada como un homenaje a la naturaleza y a las tribus indias que luchaban por su territorio, la Warner quiso también rodar en interiores para abaratar la producción, cosa a la que se negaron Pollack y Redford en redondo.

A Pollack le llegó a ofrecer la productora rescindir su contrato sin ningún coste adicional y contratar a otro actor y a otro director. A punto estuvo Sydney de aceptar esta oferta,  pero Redford le convenció de lo contrario y se llevó a cabo toda el rodaje en exteriores aunque ajustando y recortando en lo posible los gastos.


La cabaña que se construye Jeremiah Johnson en la película fue construída realmente en los terrenos que el matrimonio Redford tenía ya en Utah, cerca de su auténtica casa, a cuarenta y cinco kilómetros de su refugio de montaña y a más de tres mil metros de altura. Y allí se fue a vivir Robert durante cuatro días.


"Pasaba el tiempo mirando a la lejanía, y esas altas cumbres que se ven en la película también se pueden ver desde mi casa. Me sentí muy relajado durante ese tiempo, y pude imaginar lo que ese hombre sentía realmente alejado de todo. Pero entonces pensé que esos pioneros no podían tener esa relajación que yo sentía. Cuando tuve un incendio dentro de la cabaña comprendí que esa gente tenía que estar preocupada de tener fuego dentro de un lugar repleto de madera. Ellos tenían que salir cada día y matar un animal para comer. Así que comencé a imaginar la ansiedad que debían de tener en sus vidas, el constante miedo a cualquier cosa que ocurría a su alrededor. Me figuré que aquellos que habían conseguido sobrevivir – y hubo muchos que no lo hicieron -, comenzaban a amar el riesgo que vivían día a día, hora a hora"

El acertado reparto que rodeaba a Robert Redford en el papel de Jeremiah Johnson se completaba con Delle Bolton como la india Swan en su única interpretación para la gran pantalla, Josh Albee como el niño Caleb o Charles Tyner, actor principalmente televisivo que participó también en "La leyenda del indomable", "El club social de Cheyenne" o "Monty Walsh", en el papel de Robidoux.


Y el magistral Will Geer, aquí como Bear Claw, actor de cine clásico de títulos como “Unión Pacífico” o “Winchester 73” y luego popular abuelo de la serie televisiva “Los Walton".

Estrenada el 10 de Septiembre de 1972 en Suecia, fue el primer western de la historia en inaugurar el Festival de Cannes. Nominada a la Palma de Oro en este certamen, obtuvo además el Bronze Wrangler en los Western Heritage Awards a la mejor película, director, guión y actor (Will Geer, Delle Bolton y Robert Redford).


Recaudó 22 millones de dólares en Estados Unidos y la revista “Los Ángeles Times” la incluyó entre las diez mejores películas del año.

En más de una ocasión, Robert Redford ha señalado “Las aventuras de Jeremiah Johnson” como la película favorita de su carrera. También es la mía, y cómo no.


"Desde un punto de vista personal, quería transmitir ese sentimiento que yo tenía cuando me iba solo a las montañas. Trasladar al espectador los sentimientos de un hombre de las montañas de ese tiempo. En ocasiones, cuando estábamos rodando, no sabía dónde acababa mi personaje y comenzaba yo mismo. Me sentí una parte de Jeremiah"
(ROBERT REDFORD)