viernes, 23 de diciembre de 2016

ROBERT, PAUL Y GEORGE

Ambos debemos mucho a George Roy Hill. La verdad es que no éramos un dúo. En realidad éramos un trío. George era el tercer miembro del trío. Menudo ojo y menudo oído tenía y un gran instinto para reconocer la verdad. Y también tenía una forma muy original de pensar
(Paul Newman)

Stephanie Phillips, representante por aquel entonces de Robert Redford, se lo sugirió como coprotagonista al director George Roy Hill para “Dos hombres y un destino”, la producción que tenía Hill en proyecto con la Twentieth Century-Fox. George aceptaba a Redford, pero no así Richard Zanuck, director de la Fox, quien quería como actores protagonistas a dos estrellas. Zanuck tenía ya en mente a Paul Newman y quería a su lado a Warren Beatty.


Se le presentó entonces un dilema a George Roy Hill…

“Conocía la genialidad de Newman, que era una genialidad basada en la modestia. Por muy buena que fuera la historia, por muy hábil que fuera el cámara, y por muy experto que fuera el director, simplemente no se podía conseguir una buena película sin un gran actor en la pantalla… Y cuando Steffie sugirió a Redford pensé que sí, que podría ser interesante”

Hill se reunió entonces con Robert Redford…

“Como me gustaba el guión, quería participar de veras. Pero la idea era que Paul sería Sundance, ya que el título empezaba con ese nombre, y Butch era el coprotagonista. George daba por hecho que yo quería ser Butch Cassidy, y le dije: ‘Para ser sincero, lo he leído y creo que yo haría mejor de Sundance. Ése es el papel que me interesa’. Y a partir de ahí la conversación progresó, y George empezó a interesarse por esta idea. Me enteré de que a él le parecía que Paul encajaba más como Butch de todos modos. Paul era enérgico, nervioso y divertido. Y a medida que avanzaba la conversación, más convencido estaba George de que yo debía personificar a Sundance”


“Tras esa charla me decanté por que él hiciera de Sundance. Fue así de sencillo. En los artículos de prensa se decía que yo quería a Marlon y a todos los demás, pero eran todo tonterías. La Fox quería a Beatty. Paul, a Jack Lemmon. Y yo, a Bob. Después tuve que ir al apartamento de Paul e ingeniármelas
para convencerlo”

Newman había visto actuar a Redford en “Descalzos por el parque” y también en “La rebelde”. Había, además, conocido el guión de “Dos hombres y un destino” por su guionista, William Goldman. Le encantó pero ahí quedó la cosa hasta que, más adelante, Steve McQueen le proponía a Newman hacer la película juntos. Pero esto tampoco pudo ser.


Cuando Hill habló con Newman sobre “Dos hombres y un destino”, Paul no tuvo ningún problema en ceder el papel de Sundance. Hill le dijo que el título de la película podía cambiarse sin problemas y, de todos modos, el personaje de Butch era perfecto para él. A pesar de las constantes quejas desde el estudio, Hill llevó a Redford a conocer a Newman. Y se lo ganaron. 

“Quería a Lemmon como coprotagonista para devolverle un favor. Pero él detestaba los caballos y dijo que no. Y Bob me gustó. Después, uno sigue su instinto y se deja llevar. Era un guión excepcional de todos modos y, bajo la dirección de George, sabía que sería una buena película. Por tanto, cuando George afirmó: ‘Confía en mí, Redford es Sundance’, asentí: ‘Adelante’.”

Con la bendición de Newman, la Fox contrató a Redford como Sundance

“Me sentía algo apabullado, ya que Paul y George eran artistas evidentes. Yo era el chico nuevo, y habían ido a apoyarme ante Zanuck. Estaba seguro de que aquella película era algo especial. Estaba cargada de humor y de textura. Sentía una gran admiración por George y cuando me dijeron que lo había conseguido, me sentí aliviado. Fue Paul quien tomó la decisión, y siempre estaré en deuda con él por eso, por darme una oportunidad aun siendo un desconocido en comparación”


Redford se reunió con Paul Newman, Katharine Ross, William Goldman y George Roy Hill en la Fox para organizar dos semanas de ensayos.

“No era un director que siguiera una 'línea recta', en el sentido de que no se obsesionaba por un estilo o por un tema. George contaba historias de una manera maravillosa y poseía el don de saltar entre géneros y de no decepcionarte nunca. En mi experiencia en el cine hasta entonces, George fue el primer narrador de historias con el que me había encontrado. Su enfoque era analítico y lírico y, en consecuencia, comprensivo”

“George tenía preferencia por los actores de teatro de Nueva York. Aprendían técnicas de improvisación, cosa que le encantaba. Si añadimos a eso su profundo respeto por el arte de la interpretación que le venía por haber sido actor en Irlanda, obtenemos la magia. No pretendía hacerte ir más despacio si eras rápido, se amoldaba a ello. Por otro lado, cuando tropezabas, siempre acudía a ayudarte, y eso es un atributo muy poco frecuente en un director: comprender la interpretación. En mi opinión, en ‘Dos hombres y un destino’, Redford y yo podríamos haber sido dos actores decentes. Lo que George hizo desde los ensayos en adelante fue dejarnos trabajar el guión, volvernos locos, y después ordenar todo el tinglado para llevarlo en la dirección que él quería, lo cual era algo original y visionario”


Desde el primer día de rodaje se creó un sentimiento de hermandad entre Newman y Redford…

“Bob era un poco más duro y menos maduro que Paul. De modo que había una discrepancia de experiencia. Paul jugaba con eso, lo que originó algunos grandes momentos que no estaban en el guión de Goldman. Paul era del Actors Studio, Redford era 'del otro lado', otro pretexto para la rivalidad. Todo eso es bueno, pero puede llegar a descontrolarse, a haber demasiada diversión entre los actores y que perdieran el rumbo. Al final es tarea del director controlarlo todo un poco, y tenía que ponerles en vereda de vez en cuando”

“Todo fue bastante deprisa, Redford trabajaba de manera distinta a mí, un poco más rápido. Pero el Método desaparece en cuanto te enfrentas a la cámara”

Hill atribuyó el éxito de la película a la “magia” que había entre Newman y Redford; Redford asegura que fue Hill quien la hizo funcionar…


“Ninguno de nosotros sentía que estuviésemos creando un hito en los westerns de finales de los sesenta. Pero funcionó”


Dos hombres y un destino” se estrenaba en Connecticut el 23 de septiembre de 1969. Obtuvo cuatro Oscar de la Academia: guión, fotografía, canción (“Raindrops keep fallin’ on my head”) y banda sonora. Fue nominada, además, a mejor película, mejor director y mejor sonido. 


A finales de 1970, el productor Tony Bill enviaba a Robert Redford una sinopsis de un joven escritor, David Ward. A Redford le gustó aquella historia así que le pidió a David Ward que escribiera un guión.


Y a George Roy Hill, también incluido en este proyecto, le gustó el guión.

“Era tan elaborado que no necesitó que nadie añadiese nada, sólo unos ajustes de diálogo. Cuando leí ‘El golpe’ me imaginé el viejo logo al estilo art déco de Universal, rostros en sepia y vehículos Ford T.”

Redford también aprobaba el guión de "El golpe". Él iba a interpretar a Johnny Hooker y entonces Hill le comentó que quería a Paul Newman para el papel de Henry Gondorff

“Está bien, confío en ti. Me encanta Paul, y si el estudio quiere seguir, adelante con él…”

La Universal, sin embargo, pensaba que la estrella de Paul se estaba apagando.


Pero finalmente, Newman entró en el proyecto… 

“Era mejor drama que ‘Dos hombres y un destino’ por la igualdad entre los personajes protagonistas. Ambos tenían el mismo peso. Eso, a su vez, sacó lo mejor de Redford y de mí, porque la invitación estaba ahí, y estábamos compitiendo. Yo gané; me gané al público sentado, Redford se pasó toda la película corriendo”

Efectivamente, la única queja de Robert Redford sobre “El golpe” era la exigencia física a su personaje. 

“Lo supe desde el momento en que leí el guión. La película empieza conmigo y acaba conmigo, y en el transcurso, soy yo el que huye de los mafiosos y de los federales. Soy yo el que transmite la trama al público y el que se esconde en las esquinas”

En buen reconocimiento, Hill le hizo entrega a Redford de una placa con la inscripción de la palabra ROADRUNNER (correcaminos), que se convirtió en el apodo del actor durante el resto del rodaje. 


Una semana después de terminar Robert “Tal como éramos”, él y Newman estaban ya trabajando en “El golpe”. George Roy Hill primero ensayó la película minuciosamente, como si fuera una obra de teatro, más tarde decidió “dejar que los actores hicieran su trabajo”. Según él, en “Dos hombres y un destino”, Redford nunca contestaba, pero a estas alturas ya había aprendido…

“Un par de veces o tres le tuve que decir que si no se callaba
lo mataría”

Por su parte, Newman recordaba tan sólo “un grupo de trabajo sólido al estilo del teatro que parecía funcionar extraordinariamente bien, en el que no había modificaciones ni repeticiones ni reconsideraciones”.

A David Ward, el guionista, se le ordenó que no hablase con Newman…

Según George, Paul era un actor del Método a quien le encantaba descubrir a su personaje. Necesitaba hablar y hablar y hablar. De modo que el que yo hablase con él sólo ralentizaría ‘El golpe’. Por el contrario, el estilo de Bob era de ‘vamos a terminar con esto’. Para George, la mejor parte era que Bob no quería analizar. Decía: ‘El guión funciona, dejadlo estar’. Y a George le encantaba ese toma y daca que ayudaba a que las cosas avanzasen de prisa


Aunque no tenían demasiadas escenas juntos, Redford y Newman estrecharon su amistad durante aquellas semanas de rodaje. 

Cuando George Roy Hill terminó “El golpe”, tenía la sensación de haber conseguido algo mágico. Paul opinaba de igual manera:

“George era un maestro de obras. Lo organizó todo y mantuvo la distancia, su manera de dirigir no era nada presuntuosa. Uno está ahí para que le cuenten una historia, y él te cuenta la historia”


El golpe” se estrenaba en Estados Unidos el 25 de diciembre de 1973. Obtuvo siete Oscars de la Academia: película, director, guión, dirección artística, diseño de vestuario, montaje y banda sonora adaptada. Fue nominada además a mejor actor (Robert Redford), mejor fotografía y mejor sonido. 


George Roy Hill inició su carrera tras las cámaras en la pequeña pantalla, en 1954 y en diversos programas televisivos. Su debut en el cine fue en 1962 con “Reajuste matrimonial” y antes de “Dos hombres y un destino” había dirigido cuatro títulos más. Tras “El golpe” dirigió de nuevo a Robert Redford en “El carnaval de las águilas” (1975) y dos años después a Paul Newman en “El castañazo” (1977)


Hacia el primer trimestre de 1974, George preparaba para la Universal una película con la que llevaba mucho tiempo fantaseando. Todas sus fantasías giraban en torno a la música y volar. Había aprendido a pilotar mientras estudiaba en Mineápolis y había conseguido su licencia a los dieciseis años. Los espectáculos aéreos le fascinaban, así como los primeros aviadores acrobáticos y la tecnología de sus aviones.


Y le ofreció a Robert Redford el protagonismo de “El carnaval de las águilas”, la película que estaba preparando.

“No podía haberlo rechazado aunque hubiera querido, porque era la obsesión de George y yo le debía mucho. La amistad era como de padre-hijo, con mucho apoyo. Yo valoraba mucho su carácter. Y cuando se trataba de algo totalmente suyo, como ‘El carnaval de las águilas’, la alegría de estar junto a él era contagiosa”


Dos años después, George le ofrecía a Paul Newman protagonizar “El castañazo”. Y Newman aceptaba encantado…

“De acuerdo, es una película violenta, pero con una violencia de cómic. No sé si hago bien, pero me resulta fácil justificarla”


“Cuando están juntos en pantalla, hay mucho más que química. Cuando están juntos, siempre sucede algo excitante, aunque ni siquiera estén actuando o hablando… Los actores pueden ser un fastidio cuando están celosos unos de otros, pero en esta película, pese a que no se conocían, Bob y Paul establecieron una relación excelente. Eso incluía a Redford riéndose de los chistes malos de Newman y a Newman consintiendo que Redford llegara siempre diez o quince minutos tarde…”

“Soy terriblemente puntual. Una de las cosas en las que Robert y yo nos diferenciamos”

“Cuenta los peores chistes del mundo. Pero lo malo no es eso, sino que los repite una y otra vez”


“Tener este tipo de relación detrás de las cámaras es muy importante porque luego se nota en la pantalla”


Dos hombres… o tres, y un maravilloso destino.

2 comentarios:

Alicia dijo...

Qué maravilla, qué maravilla, QUÉ MARAVILLA!!!!!
Me ha encantado esta entrada, sabes que estos tres son una de mis debilidades.Que se me cae la baba, vamos.

Muy bien escrita, Clementine. Ay!!

Clementine dijo...

Gracias, gracias, GRACIAS...
Ni me imaginaba que te iba a gustar tanto... que sí, tonta, que sí lo sabía.

Y eso digo yo... Ay.