“Siempre me he enfrentado con la duda de si el actor es suficientemente significativo en sí mismo”
En el período comprendido entre 1969 y 1979, Robert Redford había rodado un total de quince películas y se encontraba en la cima de la popularidad. Fue precisamente entonces cuando decidió tomarse la vida con más calma y darle un giro a su carrera cinematográfica iniciándose en el camino de la dirección.
De hecho, en la década de los 80 tan sólo rodó como actor cuatro títulos. Aunque, eso sí, “Brubaker”, “El mejor”, “Memorias de África” y “Peligrosamente juntos” siguieran confirmando su infalible imán para el público que acudía a verle a las salas de cine.
El 19 de Septiembre de 1980, hace ya 30 años, se estrenaba en Nueva York “Gente corriente” (Ordinary people), un más que correcto debut en la dirección del hasta entonces sólo actor y productor Robert Redford.
Presentada por la Paramount Pictures y la Wildwood Enterprises, la propia productora de Redford, la película tomaba como base la novela homónima de Judith Guest. A través de un excelente guión de Alvin Sargent, se nos presentaba a una corriente familia americana que ve tambalear su unidad al morir uno de sus miembros. Una madre insensible, un padre comprensivo pero débil y un hijo traumatizado por la repentina muerte de su hermano contribuían a esta desintegración familiar.
El Canon en Re mayor compuesto por Johann Pachelbel, con arreglos de Noel Goemanne y Jean-François Paillard, es la pieza musical protagonista de la película, cuya banda sonora viene firmada por el reconocido compositor americano Marvin Hamlisch, artífice, entre otras, de la música de “Tal como éramos”, “El golpe” o “A chorus line”.
Como dato curioso, el que aparezca aquí como ayudante musical Scott Grusin, hijo de Dave Grusin, inseparable compositor de Sydney Pollack que Redford elegiría para “Un lugar llamado Milagro”, su segunda incursión en la dirección cinematográfica.
Filmada en su totalidad en Chicago (Illinois), “Gente corriente” obtuvo críticas muy elogiosas en lo referente a su dirección, ya que se salía de los dramas familiares al uso y entraba de forma admirable en el estudio psicológico de los personajes. Esto iba unido, además, a una excelente interpretación de los cuatro actores principales.
La historia que nos cuenta “Gente corriente” gira en torno a Conrad, el miembro más joven de la familia Jarrett. Conrad se considera culpable por la muerte, en realidad accidental, de su hermano Buck. Ignorado por su madre, sí encuentra en cambio el apoyo en su padre quien, aun incapaz de ayudarle personalmente, le anima a intentar buscar una solución a través de la psiquiatría.
“Un regalo afortunado. A pesar de que cuando me llamaron para el papel me temblaba todo el cuerpo”
Para interpretar el personaje de Conrad, Robert Redford eligió a Timothy Hutton, un joven actor aún desconocido en la gran pantalla que ya había intervenido en varios títulos para la televisión.
Timothy no defraudó en absoluto, ni a Redford ni al espectador, en su debut cinematográfico. Su caracterización del joven Conrad es, sin duda, una de las mejores interpretaciones que nos ha dado la gran pantalla. Hutton está, sencillamente, sensacional.
“Me siento afortunado por haber estado en una película como ésta, trabajando con Robert Redford como director y siendo tan bien acogida como lo fue”
Incluso la Academia de Hollywood no pudo por menos que rendirse ante su magnífico trabajo.
Compitiendo curiosamente en la categoría al mejor actor secundario, algo incomprensible por el carácter indiscutiblemente protagonista de su personaje en la cinta, Timothy se alzó con la estatuilla del Oscar por encima de nombres como Judd Hirsch (como psiquiatra en “Gente corriente”), Michael O’Keefe (“El don del coraje”), Joe Pesci (“Toro salvaje”) y Jason Robards (“Melvin y Howard”).
Sí, grandes actores todos sus compañeros de categoría, pero su magistral interpretación en “Gente corriente” bien merecía esta recompensa.
Mary Tyler Moore (su madre en la película) y Jack Lemmon fueron los encargados de entregarle a Timothy Hutton su galardón tras una gran ovación de toda la sala.
Al recoger el Oscar, Timothy quiso dar las gracias a todos sus compañeros de reparto, a Alvin Sargent, el guionista, y a Judith Guest, autora de la novela. Y “a un maravilloso director, Robert Redford”.
Y añadía después su agradecimiento a su padre, Jim Hutton, entrañable actor tristemente fallecido el año anterior a la temprana edad de 45 años, que siempre será recordado por títulos como “Mayor Dundee”, “La batalla de las colinas del whisky” o “Apartamento para tres”.
En “Gente corriente”, Timothy Hutton se encontraba perfectamente arropado por Donald Sutherland y Mary Tyler Moore, los dos actores que interpretaron en la pantalla a Calvin y Beth, los padres de Conrad.
En un principio, Redford pensó en Gene Hackman, con el que había entablado una buena amistad tras coincidir en “El descenso de la muerte”, para encarnar al padre de Conrad o a su psiquiatra, pero Hackman finalmente no aceptó.
Donald Sutherland fue la siguiente opción del director. Donald ya era rostro conocido de la pequeña y gran pantalla por series como “Mash”, “El santo” o “Los vengadores” y títulos cinematográficos como “Doce del patíbulo”, “Klute” o “Como plaga de langosta”.
Redford quería a Sutherland para el papel del Dr. Berger, pero a Donald le interesó más el personaje de Calvin Jarrett y convenció a Robert para que se lo cambiara.
Durante el rodaje, cuando se filmó la escena en la que Calvin le describe al psiquiatra la muerte de su hijo, nadie se dio cuenta de que el actor tartamudeaba. Lejos de pedirle Redford que repitiera la toma, optó por utilizarla porque sentía que era perfecta.
Durante el montaje de la escena final en el comedor entre Calvin y Beth, Donald consideró que se podría mejorar su interpretación. Al no poder repetirse la escena con Mary Tyler Moore por encontrarse ésta haciendo una obra de teatro en Nueva York, actor y director volvieron a rodar la parte de Donald dándole el propio Redford la réplica fuera de cámara.
Y es que, realmente, Sutherland se metió de lleno en su personaje, del que hace una maravillosa caracterización.
Para dar vida a Beth Jarrett, la madre de Conrad, Redford tenía en mente a Lee Remick. Natalie Wood también estaba interesada en el papel pero el director no la veía en este personaje.
Finalmente. Robert se decidió por Mary Tyler Moore, principalmente conocida por su exitoso papel en “La chica de la tele” (The Mary Tyler Moore Show).
“El ambiente era muy cálido y divertido, y esto hacía que me involucrase del todo en el personaje. Aunque, de vez en cuando, mi personalidad se dividía saliendo a la luz algo en mi mente que decía: ¡Ése es Robert Redford! Entonces tenía que hacer un gran ejercicio de disciplina personal para volver a la historia y seguir diciendo el guión sin revelar mi lapsus mental”
Cambiando totalmente el registro cómico que Moore había mostrado a través de la pequeña pantalla, Redford consiguió sacar de ella una interpretación muy acorde con el insensible y duro personaje de Beth.
El reparto de “Gente corriente” se completaba a la perfección con Judd Hirsch como el doctor Berger y Elizabeth McGovern como Jeannine.
Con alguna incursión cinematográfica a sus espaldas, Judd venía principalmente de la pequeña pantalla donde, en el momento del rodaje de “Gente corriente”, estaba triunfando como protagonista de la serie “Taxi”. De hecho, el actor accedió a intervenir en la película a condición de que no le interfiriera con el horario de grabación de la serie.
Caso curioso también el de Elizabeth McGovern, que debutaba en “Gente corriente” como actriz. Elizabeth era entonces estudiante en la Juilliard School de Nueva York, escuela que no había permitido hasta entonces a ningún estudiante hacer una película durante un curso escolar. En su caso hizo una excepción pero con la condición de que sólo se ausentara de la escuela en los fines de semana para rodar la película.
Y había en la trama un personaje de aparición muy breve pero que, sin embargo, era crucial para el progreso de recuperación de Conrad. Karen, su compañera en el hospital, la que mejor entendía, por tanto, sus contradictorios sentimientos.
Redford eligió para este papel a Dinah Manoff, actriz a la que antes habíamos visto en pequeños papeles en “Grease” y en la serie “Enredo”. Dinah hace una breve pero maravillosa composición de la amiga de Conrad.
Una dramática interpretación que estaba muy lejos del logrado papel cómico por el que se nos hizo un rostro popular, el de Carol, una de las dos hijas de Harry Weston en la serie “Nido vacío”.
“Gente corriente” no sólo fue bien acogida por la crítica y el público. Un buen número de premios avalaban también su más que correcta calidad como película.
En la ceremonia de los Oscars, el film se hizo con cuatro de sus estatuillas principales: película, director, guión adaptado y actor secundario (Timothy Hutton). Pero además fueron también nominados Mary Tyler Moore y Judd Hirsch como mejor actriz y actor secundario, respectivamente.
Robert Redford, en su debut en la dirección, fue elegido por encima de otros cuatro directores de peso: David Lynch (“El hombre elefante”), Martin Scorsese (“Toro salvaje”), Richard Russ (“El especialista”) y Roman Polanski (“Tess”).
Los Globos de Oro también reconocieron la calidad de “Gente corriente” con otros cuatro galardones a la mejor película, mejor director, mejor actriz (Mary Tyler Moore) y mejor actor secundario, Timothy Hutton, que además recibió una mención especial como nueva estrella del año.
Nominada también a mejor película extranjera en los Premios de la Academia japonesa y a mejor actriz y mejor actor secundario en los ingleses Premios Bafta, “Gente corriente” recibió además un DGA Award en los Directors Guild of America para Robert Redford y el equipo completo de producción y dirección.
Y fue premiada también con tres KCFCC Award para Robert Redford, la película y Timothy Hutton como mejor actor secundario en los Kansas City Film Critics Circle Awards y un LAFCA Award de nuevo para Huttton como mejor actor secundario en Los Angeles Film Critics Association Awards
Y con dos NBR Award al mejor director y mejor película en los neoyorkinos Premios National Board of Review, un NYFCC Award a la mejor película en los New York Film Critics Circle y un WGA Award al mejor guión adaptado en los Writers Guild of America.
Cuando “Gente corriente” se estrenó en Utah, algunos de sus actores fueron invitados a pasar unos días en el rancho de Redford. El título del film, así como el comportamiento campechano del actor con sus invitados, le hizo ganarse el apelativo de “Bob, el corriente”.
“Dirigir mis propias películas me ha hecho más tolerante y paciente. Como actor siempre fui muy impaciente, había demasiadas tomas y no quería gastar demasiado de mi tiempo en el set de rodaje. Esperar a que comenzásemos me volvía loco. Pero ahora he aprendido y siento mucha más simpatía por el esfuerzo de los directores”
(ROBERT REDFORD)
4 comentarios:
Pedazo de película, de actores y de Red-director. Es natural que le dieran tantos premios (aunque menda lo ignoraba).
Qué hombre,que actorazo, que pedazo-director, qué bueno que está, qué bien su festival..y qué gusto este blog.
A sus corrientes pies.
Amén.
Seguramente sea la mejor película que ha dirigido Robert.
Para ser la primera, creo que se puso el listón bastante alto.
Muy bien dirigida y muy bien interpretada además de la excelente adaptación del guión.
Como director se defiende también muy bien Redford. No sé si ésta será su mejor película detrás de las cámaras, pero realmente debutó en la dirección a lo grande.
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