“Hay
algo en Robert que hace
que sea imposible no enamorarse de él…”
Totalmente
de acuerdo contigo, Jane, totalmente de acuerdo… Bueno, a lo que vamos. Hoy
celebramos aquí el tercer aniversario de “The natural Redford”, así como el
cumpleaños de Robert… ¡Felices 77, Bob! Y Jane, como no podía ser de otra
manera, ha querido acompañarnos en
semejante y doble celebración.
En
1960 debutaba Robert Redford como actor en la pequeña pantalla en un episodio
de la serie televisiva “Maverick”, apareciendo después en otro episodio de otra
serie y en un telefilme.
Y
en ese mismo 1960 coincidía por vez primera en la pantalla grande con Jane
Fonda en una película que casualmente supondría el debut cinematográfico para
ambos actores.
En
”Me casaré contigo” (Tall story) y en el papel de June Ryder, Jane compartía protagonismo
con Anthony Perkins mientras que Robert daba vida a un jugador de baloncesto
más, papel que Redford ya había llevado a cabo anteriormente en los escenarios
y para cuya interpretación no tenía que aprenderse ni una sola línea de diálogo,
no pronunciaba una sola palabra.
“Había
algo cuando caminaba, ese carisma estaba en el aire y eso me llevó a pensar que
era uno de los elegidos para hacer algo. Nunca me sorprendí cuando comenzaron a
ocurrirle cosas buenas dentro de la interpretación”
En
“Me casaré contigo” Jane y Robert trabajaron a las órdenes de Joshua Logan,
escritor y director neoyorkino que en 1938 había dirigido a Henry Fonda en la
película “Volvió el amor” y diez años más tarde en la obra teatral “Mr.
Roberts”. Logan y Hank se habían conocido en 1928 en la University Players, compañía
teatral de Nueva York, lugar donde iniciaron una más que firme amistad. Nueve
años después, Logan se convertía en el padrino de Jane.
Ese
mismo año de “Me casaré contigo”, Robert coincidía en un episodio de la serie
“El representante de la ley” (The Deputy) con el protagonista de la misma, el
mismísimo Henry Fonda.
Redford
siguió apareciendo después en otras series televisivas como “Perry Mason”, “Alfred
Hitchcock presenta”, “Los intocables”, “El virginiano” o “Dimensión
desconocida”, así como en otros títulos cinematográficos como “War hunt” (donde
compartió cartel con un entonces debutante actor llamado Sydney Pollack), “Situación
desesperada, pero menos” y “La rebelde”.
Por
su parte Jane, tras “Me casaré contigo”, intervenía en títulos cinematográficos
como “La gata negra”, “Confidencias de mujer”, “Domingo en Nueva York”
(protagonizado anteriormente por Redford en su versión teatral), “Los felinos”
o “La ingenua explosiva”.
Y en 1966, Robert y Jane volvían a compartir reparto cinematográfico en “La
jauría humana” (The chase), dirigidos esta vez por Arthur Penn en los papeles,
respectivamente, de Bubber y Anne Reeves, un matrimonio muy poco avenido.
Jane
sentía curiosidad por trabajar con Redford y Robert también quería trabajar con
Fonda y con actores que se hubieran formado en el Método, si bien él se
inclinaba más hacia la interpretación intuitiva. Este título supuso para ambos
un paso importante en sus respectivas carreras.
Tras
“La jauría humana”, Jane intervenía en otras películas como “El engaño”,
“Cualquier miércoles” o “La noche deseada”. Redford, por su parte, era dirigido
por vez primera por Sydney Pollack en “Propiedad condenada”.
Y en 1967 Jane y Robert volvían a coincidir en “Descalzos por el parque”
(Barefoot in the park), una de las mejores comedias de la historia del cine, dirigida con gran maestría por el norteamericano Gene Saks, en la que Jane y Robert daban
vida, respectivamente, a Corey y Paul Bratter, otro matrimonio de recién
casados pero esta vez muy, muy bien avenido.
Redford
había ya interpretado con anterioridad este personaje en el teatro, y con gran éxito, y Jane era escogida entre varias candidatas como su pareja cinematográfica. Aunque se habían conocido en “La jauría humana”, la relación
entre ambos actores no había sido demasiado fluída. Durante el rodaje de
“Descalzos por el parque” cimentaron ya las bases de una sólida amistad.
Tras
“Descalzos por el parque”, Redford se embarcó en otros títulos cinematográficos
como “Dos hombres y un destino”, “Un diamante al rojo vivo”, “El candidato”,
“Las aventuras de Jeremiah Johnson”, “Tal como éramos”, “El golpe”, “El gran
Gatsby”, “Los tres días del cóndor”, “Todos los hombres del Presidente” o “Un
puente lejano”.
Jane,
por su parte, protagonizó otros títulos a toda pantalla como “Historias
extraordinarias”, “Barbarella”, “Danzad, danzad, malditos”, “Klute”, “Julia”,
“El regreso” o “El síndrome de China”.
“Hay
algo en él que le hace parecer mejor que otras personas. Y te gusta. Así que
odias hacer o decir algo que te aleje de él. Y, lo más importante, no es
alguien con quien puedes cotillear”
En 1979 Robert y Jane coincidían, ya por cuarta vez y encarnando,
respectivamente, a Sonny Steele y a Hallie Martin, en “El jinete eléctrico”
(The electric horseman), un maravilloso canto a la naturaleza y a la libertad,
en este caso en forma de un precioso caballo, dirigido por un extraordinario
Sydney Pollack.
Durante
el rodaje de “El jinete eléctrico”, Jane empleaba su tiempo libre en impartir
clases de gimnasia a los miembros del equipo de la película...
Tras
finalizar la película, Robert compró a “Estrella Ascendente” y se lo llevó
consigo a su rancho de Utah, donde el fabuloso caballo vivió 18 placenteros años
más.
…
Eso sí, me vuelve loca cuando llega dos o tres horas tarde, aunque luego nunca
es consciente de ello”
…
y le entregaba, en esa misma ceremonia, el Oscar Honorífico a Henry Fonda por
su extraordinaria carrera cinematográfica.
En
1982, Jane recogía en nombre de su padre el Oscar al mejor actor por su
excepcional trabajo en la maravillosa ”En el estanque dorado”.
“Recuerdo
cuando le vi por primera vez en las oficinas de la Paramount, y cómo todas las
secretarias volvían la cabeza al verle pasar. Entonces pensé: ‘Ahí va una
futura estrella’"
(JANE
FONDA)